El lema de nuestros colegios es “Educar para la vida”: pero, ¿qué significa verdaderamente educar para la vida?

El lema de los colegios de la Fundación, El Porvenir y Juan de Valdés, es “Educamos para la vida”, un lema del que nuestros colegios se enorgullecen y por el que trabajan curso tras curso. Pero, ¿qué significa, realmente, educar para la vida?, ¿qué es aquello para lo que realmente preparamos a los alumnos en las aulas?
Educar para la vida tiene como fin preparar a los niños y niñas para ser capaces de ocupar responsablemente su lugar en la sociedad dándoles herramientas para que puedan lograrlo.


Los centros educativos tienen un gran papel a la hora de entregar a los niños esas herramientas que les permitirán desenvolverse en la vida adulta, y que puedan hacerlo, además, de manera exitosa tanto a nivel profesional como personal. Para lograrlo, una de las apuestas de nuestros centros en línea con el lema que nos representa, es entrenar a nuestros alumnos y alumnas en la adquisición de las competencias clave en este siglo XXI: las denominadas soft skills o competencias blandas.


Las soft skills son una serie de cualidades personales vinculadas a la inteligencia emocional que determinan el modo en que nos relacionamos con los demás y con el entorno en el que nos encontramos. Se trata de habilidades, por tanto, que no tienen que ver con conocimientos teóricos o técnicos, y que, desde luego, no pueden ser reemplazadas por los procesos de automatización por los que nuestra sociedad se está viendo conquistada.


Así, las competencias blandas son cada vez más demandas en el mercado laboral al que nuestros alumnos accederán en pocos años. De hecho, según el Informe Future of Jobs Report de 2020, entre muchos otros estudios que así lo atestiguan, contar con éstas marcará la diferencia en el éxito y la integración profesional en el futuro. Precisamente en esta línea, Sara Moraleja, autora del libro “Educar el Talento: guía para desarrollar nuevas habilidades en jóvenes y niños”, así lo confirma en esta interesante entrevista: “Estas habilidades no son sólo importantes para conseguir fluir en este entorno líquido en el que nos movemos, sino que además representan una oportunidad única para apostar por el potencial humano. Si los robots pueden procesar la información más rápido, gestionar datos con mayor precisión o realizar diversas actividades mejor que nosotros… ¿para qué o por qué vamos a competir con ellos? ¡Rescatemos la parte más humana!”

Según el Informe “Soft Skills 4 talent” de Manpower Group, son muy diversas las competencias blandas. Destacamos algunas de ellas a continuación, mostrando también cómo éstas son trabajadas desde nuestros centros para dotar a nuestros alumnos de esta imprescindible formación para la vida:

  • Trabajar equipo

Uno de los ejes troncales de la metodología educativa de nuestros colegios es el aprendizaje cooperativo, según el cual, el alumnado de nuestros colegios trabaja siempre en equipo para afrontar el aprendizaje en las distintas asignaturas. El hecho de que desde pequeños los alumnos y alumnas trabajen diariamente en equipo para la asunción de conocimientos, implica no solo trabajar los contenidos curriculares, sino que éstos se afronten desde una perspectiva de ayuda mutua, apoyo, respeto y tolerancia con el compañero, habilidades todas ellas que harán de nuestros alumnos futuros profesionales capaces de integrarse en equipos de trabajo.

  • Innovación y resolución de problemas

Estrechamente vinculado a lo anterior, el modelo educativo que siguen nuestros colegios es el Aprendizaje por Proyectos, en virtud del cual los alumnos afrontan las distintas actividades de aprendizaje teniendo que aplicar un proceso de investigación y creación que les permita resolver cada problema o la cuestión planteada por el profesor. En este proceso, desde luego, los alumnos trabajan las competencias de creatividad e innovación y las convierten en la mayor de sus fortalezas a la hora de abordar un problema o desafío, que hoy es académico pero mañana será un reto profesional.

  • Inteligencia emocional

Sin duda, ser capaces de interpretar una situación siendo conscientes de las emociones implicadas en ella, es fundamental para desenvolverse en equipos y también para liderarlos. Precisamente de ser plenamente conscientes de lo vital que es para la vida adulta una buen gestión emocional, nuestros centros tienen proyectos propios y transversales de educación emocional tanto en un colegio como en otro.

  • Comunicación:

El hecho de que en nuestros centros, por ejemplo, los niños comiencen con tal solo cuatro años a hacer sus primeras exposiciones orales hace que desde edades muy tempranas se tengan que enfrentar a un público, al reto de ordenar ideas para exponerlas de manera oral y al desarrollo de valores tales como la empatía, la escucha activa y las habilidades interpersonales.

  • Proactividad y adaptación al entorno:

El mundo del siglo XXI es un mundo sometido a cambios diarios que exige una gran capacidad de adaptación y flexibilidad. Nuestros colegios son muy conscientes de esa realidad y comprenden que, desde la infancia y la juventud, es prioritario mostrarles cómo hacerlo. El propio aprendizaje por proyectos o el aprendizaje cooperativo ya van en esta línea, pero además, proyectos específicos como El Porvenir sin Fronteras, que buscan facilitar a los alumnos experiencias tempranas para aprender a desenvolverse fuera de zona de confort, son sin duda elementos claramente ligados a la adquisición de estas habilidades tan necesarias.

  • Pensamiento crítico

De nuevo, el aprendizaje cooperativo o el aprendizaje por proyectos se vinculan muy estrechamente con la conformación, poco a poco, de una conciencia crítica y un pensamiento propio y autónomo de los niños frente a aquello que les rodea y que se es propone. No obstante, nuestros centros van más allá y proponen iniciativas específicas que persiguen precisamente la autonomía y la capacidad de pensar con criterio propio: iniciativas propias de mediación escolar escolar o voluntariado, son buenos ejemplos de ello.

En línea con lo anterior, os compartimos esta interesante entrevista realizada a la Directora de Personas y Equipos de la Fundación Federico Fliedner, quien, con una dilatada experiencia en el área de la dirección y liderazgo de personas, está al frente actualmente de una plantilla de más de 300 trabajadores y comparte que las habilidades blandas son cada vez más demandadas y que tenemos una gran responsabilidad en la formación de los niños y niñas porque, efectivamente, los trabajadores de mañana están hoy en las aulas.

 


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