Educar y fomentar la autonomía desde el ámbito familiar - Por María Martínez, psicóloga infantil

Por María Martínez - psicóloga infantil

Educar es una tarea compleja que como padres y madres implica numerosas situaciones que generan incertidumbre a la hora de actuar. El objetivo último de la educación es conseguir que nuestros hijos/as crezcan y se conviertan en personas adultas independientes, responsables y seguras de sí mismas. Este conjunto de valores debe integrarse desde la infancia y trabajarse de manera explícita ya que no es algo que aparezca de manera espontánea o innata.

Los beneficios de educar y fomentar la autonomía están sobradamente contrastados: las personas autónomas cuentan con mayor autoestima, son más empáticas, más independientes y que son capaces de asumir responsabilidades cada vez mayores. Sin embargo, en ocasiones puede resultar complicado encontrar un equilibrio entre asegurar el bienestar y seguridad de los más pequeños y fomentar esa autonomía tan importante para su desarrollo.

Pero, ¿cómo podemos trabajar todo esto desde casa? Educar y fomentar la autonomía de nuestros hijos/as es una tarea que podemos realizar desde que son pequeños y que se convertirá en el pilar donde se sustenten los valores futuros. Algunas ideas que podemos poner en práctica son:

  • Involucrarles desde que son pequeños en las tareas del hogar ajustándonos a su edad y nivel de desarrollo. Cuando son más pequeños pueden ayudar a colocar los pañales en la basura o la ropa sucia en la lavadora y a medida que van creciendo dar otras responsabilidades.
  • Fomentar un papel activo en las rutinas del día a día como la alimentación, higiene y/o vestimenta, entre otros.
  • Ofrecerles oportunidades de interacción social tanto con adultos como con iguales les ayudará a integrarse, tener sus propias opiniones, ser tolerantes con opiniones diversas y crear vínculos de amistad.
  • Estimular el desarrollo intelectual ofreciendo oportunidades de aprendizaje (libros, excursiones, conciertos, visitas culturales, etc.) que estimularan su curiosidad
  • En el ocio, ofrecer oportunidades para que jueguen solos y/o elijan aquello con lo que quieren jugar.

Como podemos ver, es imprescindible no solo evitar hacer todo por ellos sino también ajustarnos a su nivel de madurez y no tratar de acelerar su ritmo de desarrollo ya que esto podría aumentar su frustración y autoestima. Es igualmente importante establecer un ambiente de confianza que favorezca la comunicación familiar y valorar sus esfuerzos y logros. Todo esto no implica que sea imprescindible establecer unos límites y normas claros y sencillos que les darán la confianza necesaria para crecer como personas autónomas y seguras de sí mismas.

Incorporar todos estos aspectos a la rutina del día a día y trasmitir estos momentos como oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal será algo fundamental para que los más pequeños se conviertan en personas autónomas y seguras de sí mismas y que lo hagan de manera prácticamente involuntaria.

 


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