El Monasterio de Prestado en El Escorial inicia una nueva andadura
“A partir del mes de abril de 2019 el Monasterio de Prestado continúa funcionando pero lo hará focalizando su actividad exclusivamente en la atención y acogida de solicitantes de asilo, mientras el proyecto de Casa de Espiritualidad dejará de funcionar para ceder los espacios que quedarán liberados a favor de la previsible llegada de un número incesante de solicitantes de asilo”, anuncia Joel Cortés, Presidente de esta casa.

Con estas palabras, Joel Cortés introduce en esta carta institucional el nuevo camino que emprende el Monasterio de Prestado, nombre que reciben las instalaciones de la Fundación Federico Fliedner en El Escorial. En ella, el Presidente de nuestra institución reconoce el diligente trabajo que se ha llevado a cabo en el proyecto de la Casa de Espiritualidad, que comenzó a operar en la primavera de 2016, y que ha convivido con el proyecto de acogida de solicitantes de asilo promovido por la Iglesia Evangélica Española en colaboración con la Fundación Federico Fliedner.

Muchos grupos de personas, iglesias, estudiantes, jóvenes… encontraron en la Casa de Espiritualidad desde 2016 y hasta ahora, un lugar de descanso y formación en nuestros espacios de El Escorial. Sin embargo, la creciente llegada a España de personas que requieren protección internacional, junto a los motivos que explica el Presidente de nuestra institución, ha hecho que se reconduzca la actividad en el Monasterio de Prestado de modo que en adelante, “continuará funcionando focalizando su actividad exclusivamente en la atención y acogida de solicitantes de asilo”.

Sin duda, es encomiable y digno de reconocer y valorar el trabajo que incansablemente se ha llevado a cabo por la directora del Monasterio de Prestado y su equipo hasta ahora, quien ha querido dirigirse en una carta a todos los amigos y personas que han confiado estos años en el proyecto de la Casa de Espiritualidad. “Muchos son los momentos especiales vividos con todas y cada una de las personas que en estos casi tres años han podido disfrutar de nuestros servicios y entorno. Ha sido mucho y muy valioso lo que como equipo hemos aprendido juntos, la experiencia vivida en este proyecto nos ha enriquecido”, comunica Alma Hernández en su carta. 

Gracias, en nombre de toda Fundación Federico Fliedner, al equipo que ha hecho posible un trabajo tan valioso como el que se ha llevado a cabo en la Casa de Espiritualidad en los últimos tres años. Confiamos en el futuro y en que, en momentos de toma de decisiones a veces no sencillas, podamos afrontar el futuro con ilusión.

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