Visitamos en Berlín uno de los colegios más innovadores de Europa

Recientemente, un equipo de directivos del colegio Juan de Valdés y de la Fundación Federico Fliedner, han realizado una visita a uno de los colegios más innovadores a nivel metodológico de Europa, el Evangelische Schule Berlin Zentrum

La estancia de dos días que el equipo ha realizado en este centro educativo de la capital alemana ha sido muy relevaldora y ha servido para conocer la línea metodológica tan rompedora que este centro puso en marcha cuando fue creado hace poco más de una década. Su buena reputación ha atraído la atención ya de la prensa nacional e internacional, que se interesa por conocer el colegio que ha revolucionado el concepto de la educación en Alemania. 

 

LA METODOLOGÍA DE UN COLEGIO DIFERENTE: el alumno como protagonista de su propio aprendizaje

Durante nuestra visita y gracias a la acogida que nos hicieron personas integrantes del equipo directivo del colegio berlinés así como de la profesora de español, Frau Niepolt, hemos podido aproximarnos a un concepto de la educación totalmente distinto al convencional. Defensores de una metodología diferente, en este colegio de Berlín están convencidos de que el encorsetado modelo educativo del siglo pasado ya no sirve para preparar a los alumnos en pleno siglo XXI. Los jóvenes de la sociedad en la que vivimos tienen que dominar no sólo conocimientos académicos, sino también e imprescindiblemente habilidades sociales, comunicativas y emocionales. 

En este centro, los alumnos llegan cada mañana y deciden individulamente qué asignatura van a estudiar en función de los objetivos semanales que junto a su tutor, han delimitado. A través de un sistema de Atelieres de aprendizaje, parecidos al que el colegio Juan de Valdés ha puesto en marcha hace pocos años en su Escuela Infantil, los estudiantes van decidiendo en función de su propio aprendizaje qué lecciones quieren estudiar y cuándo presentarse a los exámenes para comprobar que han cumplido el objetivo. Además, afrontan retos personales y grupales a través de propuestas de viajes y retos educativos que deben realizar tanto individualmente como en grupos de iguales.                                                      

 "Me gusta la autonomía que en este colegio puedo tener", comenta Grégory, alumno de este colegio que realizó una estancia de voluntariado durante tres meses en uno de nuestros colegios en Madrid, El Porvenir. Su viaje como voluntario a nuestro colegio se produjo como consecuencia de un proyecto individual que tuvo que hacer cuando tenía tan solo 16 años y que necesariamente, debía durar tres meses. "Otros compañeros fueron a África o a realizar voluntariado en otros lugares de Europa, tanto en empresas, como ONGs...", comentaba Frau Niepolt. "Para los papás también es duro, pero saben que aprenderán, y mucho, después de la experiencia". 

Incluso el mobiliario y disposición de las aulas, en las que es política del colegio que haya siempre un sofá, habla ya del modelo que tienen instaurado en el centro, un modelo que además, ha demostrado ya resultados académicos análogos a los que otros colegios convencionales alcanzan en las pruebas y exámenes externos. 

         

   


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